jueves, 16 de febrero de 2012

Hablar es una necesidad, escuchar es un arte

Estoy convencida de ello. Así que hoy me callo y me dispongo a escucharos.

Sé que sois much@s los que pasáis por este blog y la mayoría leéis desde el silencio (las estadísticas os delatan :)).

Me encantaría leerte. Si eres de l@s asidu@s escribiendo aquí hoy más que nunca tienes mi corazón dispuesto a escucharte. Si eres de los silenciosos te confieso que no tienes que identificarte si deseas mantener tu anonimato ni tienes que escribir algo relacionado con mi persona ni con el blog. Simplemente escribe lo que sientas ahora mismo. Quiero desarrollar el arte de escuchar y saber algo más de ti será mi principio.

Feliz día y un abrazo lleno de escucha para tod@s

miércoles, 1 de febrero de 2012

La importancia del Cómo más allá del Qué

Mañana voy al Clínico a ver a una vecina entrañable que con mala pata se ha caído y se ha roto la cadera. O quizás haya sido al revés.

La primera vez que visité a mi bloguera favorita hablamos de la atención en el Clínico. Y Olga nos retó a hablar sobre este tema en el blog. Lo dijo con tal convicción que como dice mi bloggera "cuando Olga decide algo, date por jodida, no importa que tú no sepas lo que haces". Bueno, tengo que afirmar que yo no sentí esa imposición. Pero es cierto que me sentí decidida a hacerlo.

Me pareció una muy buena idea hacer un humilde homenaje a esos profesionales que más allá de su profesión tienen una humanidad que me parece difícil de superar.

Los cinco días que pasé con mi madre en el Hospital Clínico San Carlos recuerdo una atención inigualable. El equipo al completo de ELA estuvo pendiente de ella y esos ojazos verdes que tenía mi progenitora se abrían más que nunca al ver al Dr. Guerrero y a otras dos médicos más que no recuerdo el nombre.

Gracías también a todas las enfermeras y auxiliares de la planta de neumología y las de cuidados paliativos. Gracias a todos y todas por la paciencia y las sonrisas. Por estar siempre ahí en cualquier momento del día y de la noche dispuest@s a echar una mano.

Por desgracia, pude valorar la diferencia abismal entre este Hospital Clínico de Madrid y el Hospital de Toledo. A este último es donde mi madre fue ingresada inicialmente para más tarde ser trasladada al Clínico. La atención en el de Toledo... no tengo palabras para describirla.

Por suerte sí que encuentro palabras para el equipo del Clínico. Aunque quizás tampoco sean suficientes para agradecer todo el aliento que nos dieron tanto a los familiares que estuvimos ahí al pie del cañon como a mi madre.

Gracias por explicarnos lo que ocurría en todo momento, gracias por cuidarnos y por dedicarnos una sonrisa desde primerísima hora de la mañana, gracias por venir corriendo a cualquier hora de la noche cuando pulsaba ese botón que me ponía en contacto directo con vosotr@s, gracias por escucharme cuando salía de la habitación y necesitaba un poquito de aire. Gracias por la compañía y la presencia. Gracias por que allí en ningún momento nos sentimos solas. Gracias por vuestra sencillez y vuestro cariño con el que me explicasteis en el último momento que no podíais hacer más. Porque yo lo sabía. Porque conseguisteis que me fiara de vosotr@s y que supiera que hacíais todo lo que sabíais y podíais como profesionales y como personas para que ella y yo estuvieramos lo mejor posible. Gracias de verdad.