domingo, 15 de abril de 2012

‎"Si eres amable, las personas pueden acusarte de egoísta e interesado...
Aun así se gentil.

Si eres un vencedor, tendrás algunos falsos amigos y algunos enemigos verdaderos...
Aun así vence.

Si eres honesto y franco, las personas pueden engañarte...
Aun así,se honesto y franco.

Lo que tardaste años para construir, alguien puede destruirlo de una hora para otra...
Aun así, construye.

Si tienes paz y eres feliz, las personas pueden sentir envidia...
Aun así, sé feliz.

El bien que hagas hoy, puede ser olvidado mañana...
Aun así, haz el bien.

Da al mundo lo mejor de ti, aunque eso pueda nunca ser suficiente...
Aun así da lo mejor de ti mismo.

Y recuerda que, al fin de cuentas...
Es entre Tú y Dios. ¡Nunca fue entre Tú y ellos!"


Madre Teresa de Calcuta

3 comentarios:

  1. ‎ Dice la Madre Teresa:

    "Si eres amable, las personas pueden acusarte de egoísta e interesado...
    Aun así se gentil”, , y me parece que quiere decir…. AUNQUE TE QUEDES SOLO/A

    Esa misma coletilla se podría añadir a todas las frases.

    Siento que lo que ella plantea es la opción entre la fidelidad a uno mismo, y la renuncia a ser lo que somos o queremos ser, en función de los demás. Y propone elegir lo primero, aún pagando un precio que tiene mucho de soledad.

    Pero al final está su secreto: DIOS. Con él no estás solo/a. Con mi dios lo soy todo, sin Él no soy nada.

    Y el final clave:

    “Es entre Tú y Dios. ¡Nunca fue entre Tú y ellos!"

    La Madre Teresa no se acerca a los demás desde un yo /tú humano, sino desde un ella/dios.

    Qué explicación más exacta de la mentalidad del creyente, el menos del creyente de las religiones más cercanas a nosotros.

    La parte más sublime es la suya: Dios está conmigo, y con Él derramo un amor inagotable a mi alrededor. “Ellos” sobre los más pobres, los abandonados.

    La parte más horrible de la mentalidad religiosa es: Dios está conmigo, y pongo una bomba en un tren de cercanías. “Ellos” son los infieles, ahora un montón de cadáveres.

    Y luego estamos los laicos, carentes del remedio divino, en el yo/ tu al mismo nivel. La fidelidad
    a uno mismo con el precio de una soledad sin consuelo divino, que es por eso más heroica. Y el amor a los demás sin el premio del paraíso, amor puro en el sentido de sólo humano.

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  2. Gracias Álvaro por tu aportación.

    "Y luego estamos los laicos..."

    Te quiero

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  3. ¡Qué bonito lo que decís! yo también lo interpreto como que no hay excusas para hacelo bien. No vale un "no me entienden" o "me malinterpretan" ni un "total para qué", el bien tiene valor en sí mismo.

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